domingo, 28 de agosto de 2011

rue Clovis


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ilustraciones a cargo de Ainat Drawings
texto a cargo de Alles Lüge
vida creada para Francisco Martín



Palíndromos y epigramas es mi desayuno para no caer de nuevo en la cama de mi apoplejía. ¿Qué hora es?

El insignificante simbolismo de mi despertar pronto es sustituido por juegos infantiles en la sala de estar, rebautizado como sala de SER. Soy un filosófo, el mayor de los, soy lo que Sartre nunca se atrevió a ver con su ojo derecho: una batidora cartesiana que reducirá todo el saber anterior a una especia de sustancia amarilla y pegajosa: aquí dicen que esto ya existía, y que lo llaman mayonaisse, pero YO nunca hago caso a las otras voces.

Pero… ¿por cuánto tiempo más? Me debato en la agonía de la ducha diaria. ¡No tengo agua! Necesito un equipo de superpensadores para dar un golpe de estado MORAL a la desidia NO- corporativa. Nada que yo no pueda hacer, tan solo que la sobreexposición mediática quema mi sensible PIEL.

Soy demasiado guapo. Me arrebato y me imploro. Necesito ser invisible, mover los hilos hasta que encuentren las costuras exactas. El espejo hará lo contrario: negarme. Para él no existo. Estamos en paz. Miro a otro lado, pero el otro lado me mira a los ojos, y soy tímido, además de genial a deshoras.

Mi portero Gerard es gordo y le gustan las manchas en sus camisas abiertas, pero creo que servirá para mis propósitos: él será el encargado de la FACCIÓN SOCIAL de mi proyecto. Venderá salchichones envenenados a los políticos. Sí, mi PLAN MAESTRO está cargado de grasas y redime estructuras primitivas. Nada mejor que un salchichón para encabezar nuestra nueva revolución. Por la boca muerde el pez, dijo Ramsés II antes de comerse un aceituna escabechada.

Nadja es la chica que friega mi descansillo los domingos. Creo que la reclutaré para repartir PROPAGANDA. Ella es inmigrante pero sus ideas son nacionalistas a tope. Cree en el detergente como coartada espiritual. Hay que lavar todas esas almas de rodillas, hasta que sangren, como enseñan en las escuelas tercermundistas.

Vivo en la Rue Clovis 5º arrondisement, cerca del Pantheon, y no por razones RANDOM (arbitrarias siempre me sonó a silbato). Como en una especie de simbiosis post-avant garde, dejo que todos esos intelectuales y pensadores enterrados en tal sacro ANTRO penetren en mi subsconciente y salgan por los sitios menos favorecederos de mi anatomía. A media tarde. Soy puntual como un reloj parado. Pero otros eran mis circunloquios. Nunca fui menos elíptico.

VOY A EMPAPELAR EL PANTHEON ENTERO CON CARTELES DE DJ NAUSEA.

(Se dedica a remezclar temas de 50´s easy listening tailandés con música triphop, tan noventas)

Después empapelaré mi propio cuerpo en plena calle, y le prenderé fuego a lo GONZO*.

Otro mundo surgirá de esta acción. Intervendré en el devenir internacional. La gente dejará de comprar coches y casas, y procederá a inundar las BIBLIOTECAS, ávidos de saber estar, como si fuera el arca de Noé y el diluvio se precipitara desde las pantallas de nuestros ordenadores MAC.

Pero antes de todo esto me tomaré una absenta y me fumaré un GALOUISE, a ver si me olvido de todo mi tractatus ideológico y limpio de una vez mi cuarto de baño.



* A lo GONZO, sí, no a lo BONZO: A LO GONZO.

jueves, 18 de agosto de 2011

Nuevos Proyectos


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gabriela


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Los meses pasan y no dejan de sucederse pequeñas alegrías, es por eso que  he decidido hacer una pausa y compartir con todos los que seguís y apoyáis este proyecto una estupenda noticia. Desde hace muy poco Postcards from Paris y Anormalmag  han estrechado lazos y han decidido que parten de un principio común: el de descubrir a creadores de diferentes áreas , gente con propuestas realmente sorprendentes y en los que uno debería detenerse. Eso sí, avisamos que en ocasiones uno no quiere volver a la realidad sino es de la mano de alguno de ellos. Y es que cansados de más de lo mismo, Anormalmag nos ofrece desde Chile una red de infinitas posibilidades y eso señores es una deliciosa golosina que no podemos rechazar. Sus reseñas y entrevistas se alejan de todo lo que hayamos conocido antes, apostando por lo cercano, lo que nos brindan la posibilidad de sumergirnos en una sucesión de mundos y creadores que no dejarán indiferente a nadie. Temas como la moda, el diseño, la fotografía o la ilustración conforman sus platos fuertes. Para redondear destaco el cuidado diseño de su página, un síntoma más de que estamos ante verdaderos amantes del trabajo bien hecho.

En lo que atiene a Postcards, muchos de vosotros podréis disfrutar de entrevistas y reseñas donde descubrir a muchos de nuestros creadores, así que seguídnos la pista, porque prometemos dejar huella en todos y cada uno de vosotros.

miércoles, 10 de agosto de 2011

159 rue de Grenelle



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 (clic en la imagen para ampliar)

ilustración a cargo de Ana Bustelo
texto a cargo de Dara Scully
vida creada para Alejandra Recchia

Se le atasca el zumo en la garganta y tose una sonrisa breve que termina por rellenar toda su boca. Yo la miro y sonrío también, contagiado de su gana, de la luz que se come las flores de las paredes a bocados mientras el cielo se despeja.
-Ha dejado de llover - dice.
Tiene un cuadro a medias sobre el caballete. Grenelle extiende su cuerpo lánguido por la tela, perezosa como nosotros dos en esta mañana de verano. Sin embargo, ella, con la sonrisa todavía en la cara, parece despertar mientras acerca sus caderas hasta la cama.
-¿A qué huele París tras la tormenta? - le pregunto.
Alejandra se encoje de hombros y piensa en el pueblo pequeño de donde proviene, en la fruta madura que, a veces, preña los árboles del jardín de atrás. Supone que es un olor distinto, pero no acierta a distinguir qué lo hace diferente. Las pinturas siguen allí, y ella vestida de domingo, con la falda por encima de la rodilla y sus sandalias bajas. Entonces me mira, clava sus ojos grandes en mi sombrero de paja, y encuentra las palabras que le faltan.
-Al café de La Folle Avoine - concluye.
Lo dice con la boca pequeña mientras se le sube el color a las mejillas. Como la primera vez, o casi, que ese mismo café estuvo entre nosotros. Cuando aún no nos conocíamos y nuestras vidas eran más grises en aquella ciudad grande y extraña para ambos. Ese café que a ella le amargaba y que, sin embargo le olía a su casa y a todo lo que conocía, y que la atrajo a mí una tarde de diciembre en la que París amenazaba con llover sobre los sueños que aún nos quedaban en la cabeza.

domingo, 7 de agosto de 2011

Mon histoire


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ilustración a cargo de Mónica Solsona
texto a cargo de Julia Jiménez
Vida creada para María Peñalver

La mañana que decidí venir a París no hubo ninguna señal del cielo, ni tampoco es que quisiera huir de ese rumor de pena constante que me dejó la muerte de mi madre (como el eco de una caracola aleteando contra el corazón). Mi vida era cómoda en una ciudad cómoda con un cómodo trabajo. Las cosas parecían haberme venido rodadas y yo me monté en esa rueda en la que elegía poco más que el traje que ponerme. Pero me bajé del tiovivo de feria abandonada. Me puse guirnaldas en el pelo y me dejé seducir por el eco de la música de una vieja gramola que llevaba una bella mujer (lo bastante alta como para poder ser una diosa de las antiguas leyendas indias) en la cabeza. Los primeros días o quizás fueran años, siempre cerca de la brasserie de l’Île (hay lugares que son un estado de ánimo), dibujaba las puestas de sol que se me caían del corazón. Las pintaba en las uñas de los transeúntes que querían extenderme su mano y siempre había alguien que me dejaba un franco o la historia de su vida o un croissant. Pierre me dejó las tres cosas y añadió las llaves de su casa. Los días de lluvia la casa de Pierre cruje como una vieja rodilla oxidada y crecen amapolas azules en los tiestos de la galería. Esos días el cielo de París es gris y yo hago cojines de ganchillo de muchos colores como los hacía mi abuela. Todavía Pierre me mira y se descoloca y necesita enmarañarme el pelo con sus manos grandes y ásperas para creerme. Marie, me dice. Y yo entiendo que podría haber sido en cualquier lugar. Pero fue en París.