Collage de Francisca Pageo
Texto de Anna Liebheart
vida creada para Marta Gómez
Cada día es un pequeño viaje hacia el interior de algo que estoy por descubrir, tal vez por eso no dejo de sorprenderme. Mi vida transcurre dentro de un laberinto de casualidades: desde como llegué a París hace ya 12 años hasta como levanté este pequeño hotel desde el que siempre te pienso cerca a pesar de nuestras no-distancias. Cada vez que viajas, que subes a un tren o un avión, me pregunto en cuantos momentos de ese trayecto me dibujas lenta y sutilmente como si al hacerlo pudieras alcanzar un centímetro de mi piel y entonces todo volviera a encajar, como en nuestros mejores momentos, esos que dan sentido a todo lo que realmente importa.
Apenas faltan 5 minutos para el amanecer y ya echo de menos desayunar contigo. Me levanto y encuentro señales de una pequeña búsqueda. “Nuestro amor está escrito en la ciudad” me dice una nota dentro del azucarero. Sonrío y sé que algo está por suceder, algo inevitable y que comienza lento como una canción que no te cansas de tararear y de la que jamás te aprenderás el título. Me visto y me pongo la chaqueta que compramos en Nueva York y descubro otra nota “…por eso te invito a pasear conmigo, a revisitar los lugares comunes” y junto a la nota 2 tickets para cenar en “le bateaux mouche” esta noche. Eres impredecible todavía no se como vas a hacer para regresar de Lyon tan pronto y con ganas de barco….casi puedo escuchar los violines y la ciudad seguro que cambia al mirarla por debajo de los puentes, haciéndose tan distinta que parece estar vista por los ojos de otro.
Vuelvo a la realidad y cierro la puerta de casa. Dejo atrás el boulevard St. Michel no sin atrás comprar un caffé latte y un delicioso pain au chocolat, de los que no engordan y hacen tan buenos debajo de casa. Henri ha preguntado por ti y me ha dicho que tiene que enseñarte algo que por fin ha conseguido, no ha querido contar más. Temo que será otro viejo disco de vinilo así que me haré a la idea de que una tarde entera estarás ayudándole por enésima vez a hacer funcionar el viejo tocadiscos que comprasteis a medias por Internet. Espero que no te olvides de mí…
París está repleto de gente que parece huir hacia las obligaciones, pero también hay gente que cuida los detalles, que sonríe, que te acompaña para enseñarte como llegar a esa floristería de la que tanto te han hablado y que tiene un maravilloso ejemplar de orquídea vietnamita. Es curioso, pero esta ciudad encierra algo que no se parece a los clichés que tanto buscan los turistas. Hay que vivirla dejar que te adopte y te muestre lo bueno y lo malo, es entonces cuando al amarla tan intensamente un sentimiento te invade y sabes que no podrás dejarla atrás sin sentir que has perdido algo realmente importante.
De tanto pensar ya estoy delante de la cancela que da paso al jardín del hotel, es tan pronto que la verja todavía permanece cerrada. Giro la llave y entro despacio en el país de la calma, este jardín acolcha la ciudad y la esconde, desde allí, ambos lo sabemos, solo se escucha el leve rumor del viento entre las ramas. Ya queda poco para ver florecer los primeros brotes y aún así casi puedo oler la primavera bajo tierra. Me acerco al árbol que plantamos juntos y lo abrazo, es increíble la humanidad que encierra la corteza, por un momento noto que estás al otro lado y es entonces cuando al mirar hacia arriba veo otra nota “…Porque viajar de noche me permitirá recorrer despacio el camino para soñarte dentro”.
Y después de algo así las piezas encajan justo al ritmo de la hierba, cada palabra es una forma de asegurarme de que es justo aquí donde debo estar, atenta a los detalles que guarda cada movimiento que hacemos, cada costumbre. Porque todo esto es lo bastante importante como para querer mantenerme a salvo. Ya son muchos años y aún así el amor me trepa hasta el comienzo, es inevitable, porque como tú bien sabes soy una mujer de enredaderas.
3 comentarios:
“…Porque viajar de noche me permitirá recorrer despacio el camino para soñarte dentro”
Nunca defraudas Anna ( :
Y los collages son preciosos.
que grande anna....
no sabes lo contenta que me pongo cuando veo una nueva entrada :)
unbesito
Increíble, delicada, deliciosa...una historia acogedora.
Que enamorada me tiene este blog cada día.
Un abrazo a todos los colaboradores, sois unos artistas ^^
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