fotografías de Sergio Aritmendiz
texto de Joanaina
Vida creada para Susana Miranda
Pelirrojo y con unos pantalones azules cortos, un niño me pasa rozando el vestido al aletear los brazos como si fuese un avión. Sorprendida, cuido que Flocon esté bien; me mira tanto con esos ojos de “no me hables que soy perro” que me hace sonreír.
Es media tarde pero la ciudad parece estar latente bajo los timbres de las bicicletas y unos cuantos coches. Bajo el puente de la Tournelle hay un grupo de amigos bailando swing y las faldas de las chicas parecen tornasoles reflectando las briznas de la tarde. En los maceteros del puerto de Montebello están plantando mimosas y la brisa del río conforma un perfume embriagador. He agarrado bien a Flocon para que no se lance al agua y se convierta en un copo de nieve maltesa derritiéndose y, al subir las escaleras, lo arrastro hasta el aparador de una tienda de pañuelos, sombreros y broches. La brillantez de algunas piedras arremete contra los cristales y decido entrar. La tienda huele a madera limpia. El vendedor, un joven de ojos verdes que lleva tirantes, consigue que me compre un sombrero verde que me casa con el abrigo. Al salir, la tarde va cayendo sobre los edificios señoriales, dentro de las ventanas ya entreabiertas y bajo mi constante pasear. Unas calles más tarde, en una pequeña plaza cercana al Barrio Judío donde un grupo de niñas juega a la rayuela, me paro a merendar y a descalzarme los tacones. La crêpe de chocolate me hace sentir como en casa, pues en el entresuelo del edificio donde está mi buhardilla hay una pâtisserie que hace bombones. Y así, viendo a la gente pasar a través del humo de mi cigarrillo y mis manos tenues, cierro los ojos. Pero si los abriera observaría como, unas mesas más allá, hay un hombre leyendo el periódico que me mira sin cesar. Será que la primavera ha llegado a mi noche.
11 comentarios:
diosss es maravilloso!!! menudo paseo; he sentido cada uno de los movimientos descritos. Ayudan muchas las fotos. La del hombro de la chica me reclama...
un dia mas, enhorabuena!!
todo el mundo debería dejarse convencer para comprarse un sombrero.
otra historia fantástica.
gracias.
me encanta pasear por París, a golpe de viernes...
preciosas!
preciosas fotografias y preciosa historia!
Me encantaría ver la cara de Flocon o bailar swing en Tournelle.
He desaparecido forzádamente unos días de la bloggosfera,y al volver me encuentro con tres vidas estupendas.
Me encanta redescubrir París de esta forma.
Cada día me gustan más estas postales.
p.strange
Preciosas fotos!!!!!
Me quedo con la ultima frase ;) y las fotos son fantasticas!!!
Ay... suspiros y esas crêpes Parisinas...
buenísimas las fotos, me parecen maravillosas!!
y el texto tambien me encanta.
Mi preferida!, enhorabuena a los creadores y enhorabuena por el proyecto.
Un abrazo.
Nadine...
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